ADIÓS, DUEÑO MÍO de MARÍA DE ZAYAS
Un «sarao», como decía María de Zayas, en pleno Siglo de Oro. Comedia. Enredo. Sexo. Música. Verso. Baile. Cinco actrices interpretan a cinco amigas. Y a tres hombres. Cinco mujeres que gozan y sufren. Que buscan amor. Sin compromisos. Sin dueños. Sin ataduras. Con la misma libertad que cualquier hombre. ¿Por qué no?
Podríamos decir que el sexo es un lenguaje que nos comunica, por el que nos expresamos y acercamos a uno de los placeres más desconocidos y fascinantes que nos da la vida. Socialmente aceptado por y para el hombre. Rechazado si este comportamiento lo practica la mujer. María de Zayas alertó de esta incidencia hace 400 años y peleó firme, con inteligencia y con humor.
Por eso ahora «Adiós, dueño mío», versión libre de su obra La Traición en la Amistad, con mucho respeto y gran admiración, es un homenaje a María.